En los últimos 40 años, las mujeres han logrado avances significativos en la fuerza laboral al recibir mejores salarios y alcanzar posiciones gerenciales y de alta dirección. Pero aún queda un largo camino por recorrer.
A través de su página de Facebook, la red YLAI preguntó a sus miembros cuáles son los obstáculos que han encontrado en el trato igualitario a las mujeres en el trabajo. Le pedimos su consejo a Marisa Rivera, presidenta de Mpowerment Works, una firma de consultoría que se enfoca en potenciar a la mujer. Rivera ha trabajado extensamente en las Américas, incluyendo Perú, Ecuador, Argentina, Colombia y Curasao.
“Siempre digo que contratar a mujeres debe ser algo obvio”, expresó Rivera. “Nunca hemos estado en la cima, por lo que siempre nos esforzamos no solo por hacer un buen trabajo – hacemos un trabajo excelente. ¿Por qué? Debido a que ni siquiera somos reconocidas por hacer un buen trabajo. Tenemos que hacer un trabajo excelente para que realmente se nos reconozca”.
Desafío: Carencia de apoyo financiero
En la página de Facebook de YLAI, Esther López, miembro de la red en Honduras, habló sobre los desafíos financieros que enfrentan las mujeres al intentar iniciar negocios, especialmente en América Latina.
“Cuando estás intentando iniciar un negocio nuevo – será uno de los desafíos más grandes para las mujeres en América Latina”, señaló Rivera. La mayoría de las mujeres no tienen una casa u otro activo de valor para poner como garantía. Además, Rivera dice que los bancos a menudo exigen más a las mujeres, incluso para abrir una cuenta.
En América Latina y en África, Rivera ha visto a grupos de mujeres beneficiarse de la microfinanciación, que les ofrece los medios para iniciar sus propios negocios cuando no pueden encontrar financiación en otros lugares. “Inician su propia cooperativa pequeña y dicen: ‘Pongamos algo de dinero juntas y compremos dos máquinas de coser. Vamos a abrir un negocio’, porque los bancos no les prestan el dinero”.
Desafío: Aceptación de la capacidad de las mujeres
“Un gran reto para mi es trabajar con personas que aún consideran y bromean que la función de la mujer es la de ayudar, asistir y estar al servicio del hombre, porque nosotras [deberíamos] saber cómo hacer eso”, explicó la miembro de la red YLAI Rommy Aparcana. “Además de la presión que la sociedad pone a las mujeres para que queden embarazadas y tengan niños y los críen”.
Rivera señaló que los hombres que están en una posición para impulsar a las mujeres en una organización deben considerar las habilidades de estas para trabajar bien en un ambiente de equipo y crear consenso. “Cuando hablo con personal de alto nivel y directores ejecutivos, les digo: ‘Ustedes saben que las mujeres son el talento menos utilizado en el mundo’”.
Indicó también que aquellas mujeres que tienen la capacidad de escalar posiciones hasta niveles directivos en una organización deben reconocer su responsabilidad de ayudar a otras mujeres. “Pienso que las que tienen la fortuna de estar en posiciones de liderazgo deben ser firmes, nobles y justas”, expresó Rivera.
“Al trabajar con mujeres en América Latina, [observo] que la principal razón por la que ellas se convierten en emprendedoras es debido a que se dan cuenta de que en el sector laboral han tenido muy pocas oportunidades de progresar y de subir a posiciones de más alto nivel. La belleza del emprendimiento es que no tienes que pedir permiso”, agregó Rivera.
Desafío: Superar los estereotipos sociales
Jennifer Schell de Venezuela indicó en la página de Facebook que los estereotipos y las expectativas sociales hacen que el ser emprendedoras sea un trabajo difícil para las mujeres.
“Lo que las mujeres necesitan es persistencia, desempeño y mucho corazón”, aconseja Rivera. “La persistencia porque algunas puertas se cerrarán. Pero justamente eso debe aportarte más energía para buscar otras maneras de alcanzar tu objetivo final. Desempeño: Siempre esfuérzate al máximo. Y ponle ‘mucho corazón’ para que te lleve a donde necesitas llegar”.