Por Jewelle Saunders
Los retos pueden adoptar diversas modalidades. Ya sea que tu organización se enfrente a la adversidad debido a factores como las nuevas tecnologías, la economía, desastres ambientales o la competencia, siempre hay una constante: los obstáculos pueden surgir en cualquier momento. Un líder es fuerte no por cómo evita los retos, sino por la manera en que los supera y sale de ellos fortalecido.
Todos los líderes no enfrentarán los retos de la misma forma. Decide qué estilo de liderazgo es con el que mejor te identificas. En función de ello, aprende cómo mejorar el modo en que procederás ante retos futuros, y cómo te convertirás en un líder más seguro con un equipo más fuerte.
Estilo de liderazgo 1: El coach
¿Te identificas? Los líderes que hacen gala de este estilo de liderazgo reconocen y entienden las distintas metas y aspiraciones de los miembros de sus equipos y las relacionan bien con sus fortalezas y debilidades, brindando mucha retroalimentación a sus empleados para ayudarlos a crecer.
Cómo aprovechar este estilo para afrontar mejor los retos: Cuando tus metas y las de tu equipo son difíciles de alcanzar y están fuera de tu zona de confort, reconoce y expresa que los desafíos son parte necesaria del crecimiento. Al brindar retroalimentación, informa a tu equipo cual es la meta final. Asimismo, puedes aprovechar este momento para que otros te asesoren a ti y alentar a que te den retroalimentación sobre tus maneras de proceder a fin de efectuar cualquier ajuste que pueda ser útil.
Estilo de liderazgo 2: El líder visionario
¿Te identificas? El líder visionario desea guiar a sus empleados hacia metas comunes con una estrategia clara y un panorama general bien definido. Quiere dar una nueva orientación a su organización y descubrir de qué manera las distintas motivaciones de sus empleados pueden ayudar a alcanzar una visión compartida.
Cómo aprovechar este estilo para afrontar mejor los retos: La transparencia y la confianza son fundamentales para que el líder visionario cuente con un equipo solido. Comunica tus intenciones y estrategia a los miembros de tu equipo y ayúdalos a entender qué retos podrían enfrentar en el futuro. Ayúdalos a comprender el papel que cada miembro del equipo puede desempeñar para superar estos retos a medida que ocurren los cambios.
Estilo de liderazgo 3: Líder servicial
¿Te identificas? Las personas están en primer lugar para los líderes serviciales, que se esfuerzan por procurar que los empleados trabajen en armonía. El líder servicial se concentra menos en tareas y metas, y tiende a hacer hincapié en las necesidades emocionales y en desarrollar una sensación de pertenencia.
Cómo aprovechar este estilo para afrontar mejor los retos: Asegúrate de que tus empleados tengan oportunidades de desarrollar relaciones positivas dentro de sus equipos y concéntrate en brindarles espacio suficiente para que gocen de un buen equilibrio entre su vida personal y laboral. En momentos de crisis, una buena práctica sería recalcar a tu equipo la importancia del buen cuidado personal y de los métodos para enfrentar el estrés de manera tal que puedan recuperarse más fácilmente de forma saludable. Si tienen una actitud positiva con respecto al trabajo en sí y hacia los demás empleados, tendrán más confianza en sí mismos para afrontar los retos con una actitud positiva y ayudarán a avanzar hacia las metas generales que hayas fijado para tu empresa.
Estilo de liderazgo 4: Líder autoritario
¿Te identificas? Por lo general, en la mentalidad de los líderes autoritarios lo primero es el negocio y el éxito depende de su control sobre las decisiones clave. A menudo toman decisiones por su cuenta o con un pequeño equipo de expertos, y motivan a su equipo mediante la aplicación de reglas y políticas. Al responder ante una crisis, los líderes autoritarios pueden liberar a su equipo de la presión de la toma de decisiones.
Cómo aprovechar este estilo para afrontar mejor los retos: Cuando se practica la mejor manera de hacer frente a retos futuros, aprende a modificar el nivel de control, favorece la comunicación y permite que tu equipo participe más activamente en la toma de decisiones. Esto asegurará que la presión no recaiga estrictamente sobre ti y que la totalidad del equipo cuente con las destrezas necesarias para enfrentar retos con más confianza.
Cada estilo de liderazgo tiene sus pros y contras. Los líderes eficaces y fuertes deberían adaptarse y estar dispuestos a seguir aprendiendo nuevas maneras de hacer frente a los retos, conscientes de que, a largo plazo, esto redundará en un equipo más resiliente y seguro.
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