Por Jewelle Saunders
Rosario Diaz Garavito —fundadora de The Millennials Movement— no buscaba que la consideraran una emprendedora y líder comunitaria cuando inició su pequeño movimiento en los medios sociales para promover el voluntariado juvenil en 2013. Solo estaba dedicada a hacer el trabajo por delante. El reconocimiento por el impacto de su ardua labor llegó años después cuando la aceptaron como becaria de YLAI en 2016. Hoy, Rosario recibe con agrado estas denominaciones y utiliza su plataforma para ayudar a otros jóvenes emprendedores a actuar y liderar para marcar una diferencia en sus comunidades.
Como forma de celebrar la gran labor de Rosario en pro de empoderar a una comunidad de jóvenes artífices del cambio, el equipo de la Red YLAI conversó con ella para resaltar los factores clave de su movimiento voluntario sin fines de lucro y escuchar sus principales consejos sobre cómo responder a los retos que plantea la COVID-19.
Antes de crear The Millennials Movement, Rosario se abocaba a su carrera en el ámbito del derecho. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no sentía pasión por el rumbo que había escogido. Por ello, decidió reconsiderar sus prioridades y, entretanto, se inscribió para dar clases como voluntaria en Brasil. Allí aprendió más sobre el voluntariado y también sobre la Agenda para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Explica que fue un choque cultural ver las diferencias entre ambos países y sus distintos programas, así como también el énfasis en la sostenibilidad. Esto hizo que se preguntara por qué no se hablaba de eso en Perú y decidiera que ella podía hacer algo al respecto.
Tras regresar a Perú en 2013, lanzó The Millennials Movement y comenzó a ofrecer recursos sobre el voluntariado. El movimiento en los medios sociales comenzó alentando a socios locales a hacer trabajo voluntario y organizar actividades relativas a la Agenda para el Desarrollo Sostenible. Para fines de 2015, el movimiento contaba con más de 200 voluntarios dedicados a lograr que los ciudadanos participaran en los procesos de desarrollo locales de sus comunidades. “Así, mediante nuestras labores para crear una ciudadanía activa, fortalecer la democracia y facilitar los procesos de diplomacia ciudadana, generamos cambios positivos que contribuyen al proceso mundial con miras a 2030”, explica Rosario sobre la misión de la organización.
Dado que la plataforma estaba evolucionando y había observado un cambio en la perspectiva de su comunidad sobre el voluntariado, Rosario se postuló como becaria de YLAI. Allí se desarrolló como líder cívica, estableció nuevas conexiones, aprendió a presentar su misión y entendió más acabadamente las metas principales de su organización. Luego de ser becaria y participar en otros varios programas nacionales, regresó a Perú revitalizada y entusiasmada por lograr que otras personas se involucraran.
En 2016, The Millennials Movement lanzó un programa de embajadores de la Agenda 2030 en Perú, a fin de empoderar a los ciudadanos y ayudar a que se identificaran con el desarrollo sostenible de sus propias comunidades. Desde entonces, las tres principales prioridades de The Millennials Movement consisten en intervenciones en territorios fuera de la capital, donde organizan conferencias y actividades de sensibilización (en particular en escuelas); el fortalecimiento de las capacidades, ofreciendo programas de capacitación y mecanismos para informar sobre interacciones; y la facilitación de procesos participativos y consultas. “Lo que más me motiva es el modo en que puedo inspirar a otros y apoyarlos para que encuentren formas de mejorar sus oportunidades —explica Rosario—. Podemos hacer nuestra parte, para que luego las personas empoderadas puedan, ellas mismas, actuar en pro de sociedades más inclusivas y participativas.”
Tras adaptarse a la pandemia mundial de la COVID-19, Rosario está recurriendo a formas nuevas e innovadoras para comunicarse con su red, dada la imposibilidad de hacer voluntariado en el terreno. Su equipo está descubriendo nuevas herramientas de trabajo a distancia y para mejorar la interacción digital. Rosario desea alentar a los miembros de la red a ocuparse de sí mismos física y mentalmente para cuidar su salud, aunque tal vez sientan presión para ir más allá de sus capacidades en respuesta a la pandemia.
Rosario también aconseja a los líderes jóvenes que sean creativos y establezcan procesos sustentables. Ella considera que para ser un buen líder uno debe ser creativo, resiliente y dedicado. “Tal vez no siempre recibas el reconocimiento, pero si crees en ti y te concentras en lo que estás haciendo por tu comunidad serás un buen líder”, afirma.
Las perspectivas y las opiniones expresadas aquí son las del autor o del entrevistado y no reflejan necesariamente las de la Red YLAI o del gobierno de los Estados Unidos.
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