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Por Judith E. Rosenbaum y Jennifer Bonnet
En una época en que todos parecen impacientes por señalar las “noticias falsas” es fácil olvidarse de que saber cómo interpretamos las noticias es tan importante como poder detectar contenidos incorrectos o sesgados. Si bien la capacidad de analizar la credibilidad de una fuente y la veracidad de sus contenidos sigue siendo un aspecto fundamental y muy comentado de la alfabetización mediática, es igual de importante entender de qué manera nosotros, como consumidores de noticias, nos relacionamos con la información que vemos en línea y en nuestras fuentes de noticias y aplicaciones, y de qué manera reaccionamos ante ella. ¿Por qué? Porque nuestros propios sesgos personales repercuten en la forma en que procesamos, interpretamos y evaluamos las noticias.
Procesamos la información que recibimos de las noticias del mismo modo en que procesamos toda la información que nos rodea: de la manera más corta y rápida posible. A lo largo de nuestras vidas, desarrollamos incontables atajos que facilitan nuestra interpretación de la gran cantidad de información que recibimos. Estos atajos, también conocidos como heurística, agilizan el proceso de solución de problemas y nos ayudan a tomar decisiones relativamente rápidas. En tal sentido, no son necesariamente malos. En realidad, sin la heurística nos resultaría imposible procesar toda la información que recibimos a diario. No obstante, esos atajos pueden desembocar en “puntos ciegos” o respuestas involuntarias ante la información, que pueden tener consecuencias negativas en cómo nos relacionamos con la información que tenemos por delante y cómo la digerimos y compartimos.
Cuando consideramos la forma en que nos relacionamos con las noticias, hay ciertos atajos a los que debemos prestar mucha atención y sobre los que tenemos que reflexionar con cuidado: los sesgos cognitivos.

Una buena definición de los sesgos cognitivos los describe como fallas en la manera en que procesamos la información. Actuar bajo la influencia de un sesgo cognitivo significa que no interpretamos la información de forma racional y, en consecuencia, no logramos percibirla, procesarla ni recordarla con precisión. Hay muchos sesgos cognitivos, pero estos son de especial importancia en cuanto al consumo de noticias:
- El sesgo de confirmación es la tendencia a buscar y valorar información que confirme nuestras creencias previas a la vez que se descarta la información que demuestra que nuestras ideas son erróneas.
- El efecto de caja de resonancia hace referencia a una situación donde primordialmente estamos expuestos a información, individuos, eventos e ideas que están en consonancia con nuestro punto de vista. Esto fortalece las opiniones que ya teníamos y puede llevarnos a evitar el cambio.
- El sesgo de anclaje, también conocido como “anclaje”, se refiere a nuestra tendencia a considerar la primera información recibida sobre un tema como la más fiable. Al conectar esto con la noción de que la mayoría de los usuarios de los medios sociales se mueven en una caja de resonancia, queda claro que quienes dependen de los medios sociales para recibir noticias probablemente vean sus opiniones sobre determinados temas reforzadas en lugar de contradichas.
- El efecto de encuadre es lo que ocurre cuando tomamos decisiones dependiendo del modo en que la información se presenta o discute, en lugar de concentrarnos en la cuestión de fondo. Esto puede llevar a una toma de decisiones en función de percepciones semánticas en lugar de argumentos con contenido, incluso si la información compartida en cada uno de estos planteamientos es la misma.
- La heurística de la fluidez (fluency heuristic) se da cuando determinada información se considera más valiosa porque es más fácil procesarla. Este sesgo cognitivo en particular entra en juego en casos como este: cuando un político recurre a una frase pegadiza para transmitir una idea en vez de dar un largo discurso, el público piensa que la frase es más valiosa que un discurso porque es más accesible.
Todos actuamos bajo la influencia de uno o más sesgos cognitivos. Por eso, al buscar y leer noticias (u otra información), es importante ser consciente del modo en que estos sesgos podrían determinar cómo las interpretamos. La mejor forma desarrollar esta conciencia consiste en hacernos una serie de preguntas que nos lleven a reflexionar cada vez que leamos, escuchemos o veamos una noticia.
Por ejemplo, considera esta noticia presentada por tres fuentes diferentes. Luego, hazte las preguntas a continuación:
- ¿Cómo se vería el sesgo de confirmación de leer solo los titulares? Considera un artículo con el que te hayas sentido identificado: ¿cómo podrías afrontar el sesgo de confirmación en esa publicación?
- ¿Cómo ves el efecto de encuadre en acción? ¿Cómo podría influir el efecto de encuadre en el modo en que un lector aborda el tema del control de armas?
- ¿Te sentiste atraído por uno de los puntos de vista porque se lo presentaba mejor? ¿Qué sesgo cognitivo es la causa?
En conclusión, tal vez no podamos controlar el contenido de las noticias —si son falsas o fiables o se encuentran en algún punto intermedio—, pero sí podemos aprender a ser conscientes del modo en que respondemos ante ellas y modificar en consecuencia la forma en que las analizamos.
Recursos adicionales
- Los videos que mejor explican el sesgo de confirmación
- CUESTIONARIO: ¿Eres bueno para detectar sesgos? (Incluye el plan de estudios)
- Hoja de repaso sobre el sesgo cognitivo
- El efecto cámara de eco
- En heurística
- Los peligros de la fluidez
Sobre las autoras
Judith E. Rosenbaum (doctorada por la Radboud University Nijmegen) es profesora auxiliar en la cátedra de comunicación y periodismo en la Universidad de Maine. Su disertación doctoral se concentró en la alfabetización de noticias y sus investigaciones consideran la interacción del público con los medios y los factores que impulsan tal interacción. Tiene especial interés en cómo el uso de los medios digitales de parte del público puede convertirse en una herramienta para generar cambio a nivel individual y social. Ha dictado varios talleres sobre “noticias falsas” y desinformación con Jen Bonnet, ha publicado su trabajo en distintos medios (incluidos el Journal of Media Psychology, Social Media + Society, el Communication Yearbook, Communication Research y Media Psychology), y hace poco publicó su primer libro, Constructing digital cultures: Tweets, trends, race, and gender.
Jennifer Bonnet (máster por la Universidad de Maryland y máster en ciencias de la información por la Universidad de Míchigan) es bibliotecaria de ciencias sociales y humanidades en la Biblioteca Fogler de la Universidad de Maine, donde toma parte activa en una amplia variedad de labores de extensión, instrucción, consulta e investigación. Ha dictado numerosos talleres sobre “noticias falsas” y desinformación y dicta un curso con créditos reconocidos oficialmente sobre alfabetización informacional. Ha publicado su trabajo en diversos medios (incluidos el Basic Communication Course Annual, el Journal of Academic Librarianship y el Journal of Librarianship and Scholarly Communication).
Las opiniones y puntos de vista expresados aquí pertenecen al autor y no reflejan necesariamente los de la Red YLAI o el gobierno de los Estados Unidos.