Por Jewelle Saunders
La administración monetaria varía de una persona a otra. Tus ingresos pueden fluctuar, tus gastos pueden ser distintos de un mes a otro y tus metas pueden cambiar rápidamente según una serie de factores. Ningún método presupuestario funciona para todo el mundo, pero es importante intentar encontrar uno que te sirva a ti. Prepárate entendiendo varios métodos y pon a prueba lo que funciona mejor para tu estilo de vida. Aquí te presentamos algunos de los métodos más populares y eficaces para ayudarte a comenzar.
El presupuesto tradicional
A las personas muy detallistas podría gustarles el presupuesto tradicional. Este método implica verificar y registrar tus ingresos y gastos del año anterior, y tus gastos actuales, además de establecer metas de ahorro en función de tu ingreso disponible en el futuro. Es un método muy estructurado y puede requerir mucho tiempo al principio, pero puede ser útil para planificar tus metas personales y profesionales más importantes.
El presupuesto proporcional
Para poner en práctica el método presupuestario proporcional debes distribuir tus ingresos en áreas separadas (como necesidades, deseos y ahorros). Este método te ayuda a ser más realista al asignar tus ingresos y te brinda mayor flexibilidad en cómo asignar tus gastos. Algunas distribuciones comunes son 50/20/30 y 80/20, pero puedes distribuirlos en la forma que mejor funcione para ti.
El presupuesto conforme a la regla 50/20/30 es uno de los más populares. Según esta regla, el 50% de tus ingresos se asigna a tus necesidades (como vivienda, alimentos, cuidado de niños y transporte); el 20% de tus ingresos se asigna a ahorros o al pago de deudas; y el 30% restante se asigna a tus deseos (como viajes, suscripciones mensuales o comer fuera de casa).
El presupuesto conforme a la regla 80/20 es un excelente método presupuestario proporcional si no necesariamente deseas vigilar tus gastos. Ahorras el 20% de tus ingresos y el 80% restante lo gastas como mejor te parezca (por ejemplo, en vivienda, transporte o salir a comer fuera de casa).
El presupuesto de suma cero
Para el presupuesto de suma cero debes asignar fines específicos para el total de tus ingresos, lo que a menudo se describe como “darle una misión a cada billete”. La meta de este presupuesto es simple: tus ingresos menos tus gastos equivaldrán a cero al final del mes. Este método funciona particularmente bien si cuentas con las mismas fuentes de ingresos habituales todos los meses, pero, si tu ingreso fluctúa, podría ser más difícil de aplicar. Este método puede exigir mucho tiempo e implicar mucha vigilancia y planificación, pero en general es un método muy organizado para controlar tu dinero.
El presupuesto en función de lo que valoras
Presupuestar en función de lo que valoras exige que vigiles tus gastos luego de, en primer lugar, preparar una lista de las cosas que más te importan en la vida. En función de esa lista, asignas tu ingreso disponible de tal manera que tengas en cuenta esas cosas que valoras y tus prioridades. Tal vez viajar sea importante para ti y tu estilo de vida; entonces, al controlar tus gastos haz ajustes teniendo en cuenta que valoras viajar y planifica el uso del resto de tu ingreso disponible partiendo de ahí.
Ahora que conoces todos estos métodos diferentes, recuerda que la forma en que administras tu dinero y la orientación que das a tu presupuesto dependen de ti. Puedes personalizar cualquiera de estos planes a fin de que sean más apropiados para alcanzar tus metas financieras. No importa qué método elijas, deberías enorgullecerte por asumir el control de tus finanzas hoy.
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